Esta es una invitación al Cabildo Abierto del 22 de mayo de 1810, dirigida a Don Diego Agüero, un gran comerciante de Buenos Aires. La posición mayoritaria en la reunión fue que la soberanía debía volver a los pueblos, es decir a las ciudades del virreinato, que se gobernarían a sí mismos a través de una junta en nombre de Fernando VII, el rey cautivo.

Detalle del objeto

Se suponía que la soberanía retornaba del rey a los pueblos que se la habían dado originalmente, y estos la tendrían en depósito hasta que el monarca volviese a su trono.

Detalle del objeto

Los opositores a la medida argumentaron que Buenos Aires no podía tomar la decisión sin consultar a los otros pueblos, pero se les respondió que la emergencia permitía formar la junta primero y convocarlos después. Belgrano estuvo presente en el Cabildo Abierto y fue uno de los partidarios de deponer al virrey, postura que ganó en la votación final.

“La parte más sana”

Los invitados a debatir al Cabildo eran vecinos destacados de Buenos Aires, quienes tenían derechos políticos. Un vecino no era lo mismo que hoy: debía ser varón, español europeo o americano ―blanco descendiente de europeos―, propietario de una casa en la ciudad y contar con el reconocimiento de los pares, es decir, era un grupo muy reducido de personas, con alto rango social. “La parte más sana del vecindario”, poco más de 400 hombres, fue convocada el 22 de mayo de 1810.

El Cabildo era la institución que se encargaba del gobierno de la ciudad y sus funcionarios se elegían dentro de ese grupo social, que recibía el trato de Don antes de su nombre, como signo de distinción. Los cabildos abiertos eran una práctica colonial de reunirse ante una crisis o circunstancias excepcionales. Por ejemplo, en 1806 y en 1807 se habían convocado cabildos abiertos por las Invasiones inglesas.

¿Querés saber más?

De los 400 invitados al Cabildo Abierto asistieron unos 250. Diego de Agüero fue uno de los ausentes. Podemos ver que utilizó el papel de la invitación para hacer cuentas con importantes sumas de dinero; ya que el papel era un insumo valorado, importado y caro. Agüero era miembro de una familia de grandes mercaderes monopolistas, dedicada al comercio con Cádiz, principal puerto español, sobre todo importando textiles, y exportando plata que llegaba de Potosí. Los cambios propuestos podrían afectar su negocio, y se opuso.

En el Consulado las posiciones estaban divididas, pero entre los que querían una junta había una mayoría de partidarios del comercio libre, como Belgrano y Moreno, que estaban en contra de los privilegios del monopolio español. De todos modos, ya en 1809 el virrey Cisneros, agobiado por la falta de fondos, había tenido que permitir el comercio libre en Buenos Aires.

Datos del objeto

Invitación al Cabildo Abierto del 22 de Mayo de 1810 dirigida a Don Diego de Agüero. Es una impresión sobre papel hecho a mano, probablemente de algodón. La impresión mecánica es tipográfica y la escritura del reverso es con pluma y tintas negras, posiblemente metalogálicas que se caracterizaron por ser indelebles y a veces corrosivas del papel. Mide 21,3 centímetros de alto por 15,5 centímetros de ancho.